Es primordial realizar una evaluación con el médico previa donde se pueda comprobar la buena salud del paciente.

En el primer paso, el cirujano hace una incisión vertical en la parte posterior de cada oreja con el objetivo de que el cartílago que se encuentra abajo de la piel quede expuesto (el cartílago es el que le da firmeza a la oreja y define su forma). Después de eso, hay dos tipos de procedimientos según las características particulares del paciente:

Primer procedimiento: El cirujano esculpe el cartílago y lo pliega en dirección a la cabeza para poder reducir su proyección, para finalizar realiza una sutura con puntos permanentes que lo sostienen en la posición deseada.

Segundo procedimiento: El cirujano extrae una parte del cartílago para lograr una reducción mayor, antes de plegarlo en dirección a la cabeza, para finalizar realiza una sutura con puntos permanentes que lo sostienen en la posición deseada.